El micro ecosistema oficinal



Creo que la última neurona que medio sobrevivía en mi materia gris se ha hecho el
harakiri hace 15 minutos y estoy funcionando en modo automático. Obviamente respiro,
acabo de tomar un buchito de la insípida botella de agua que adorna mi mesa desde hace
dos semanas (ergo bebo y como porque fijo que hay microorganismos en suspensión
que hasta se han reproducido en esta botella ), me he autoendosado un cuadradito de
 chocolate saboreándolo
el tiempo prudencial como para que el dichoso cacao me llegue al cerebro y evitar el
ansia de abalanzarme sobre el resto de la tableta y dejarla peor que Pompeya tras el
Vesubio y soy totalmente capaz de mantener  una conversación de 30 palabras sobre
temas tan variados y profundos como el respiracionismo, la peli de anoche o el tiempo
sin que el interlocutor se percate de que habla con una zombie neuronal.

El- Qué tiempo dan para el finde?
Yo- Lo miro en Internet (4 palabras)
Yo- Sol, gotas, nubes (3 palabras)
El- ufffff, lo de todas las semanas. No se mojan, lo ponen todo y así siempre aciertan.
Es llegar el viernes y torcerse el tiempo
Yo- Pues sí (2 palabras y suspiro enfatizador)
El- La semana pasada sin ir mas lejos teníamos prevista una excursión a la punta del
Periquín recoletu. Sabes dónde queda , no? Que tiene senda para lerdos y senda experta
Yo- Me suena……..(2 palabras y parpadeo, ya tenía la lentilla a punto de lanzarse al
vacío)
El- Vale, es que es super famosa porque justo en el pico hay un bar pero cutre cutre y
sucio ehhh pero todo buenisimo, y un cachopin de setas de morir. Pues ibamos a hacer
la senda y según salimos de casa una granizada de órdago la grande

A estas alturas llevo 5 minutos de conversación con Cleto, mi compi de oficina, y he
consumido sólo 11 de mis 30 palabras disponibles. El sonido del e-mail logra hacerme
 reaccionar brevemente. Lo abro y veo que es uno de esos correos masivos que nadie
sabe a quién van dirigidos ni por qué te llegan a ti también pero que puedes borrar con
toda la tranquilidad del mundo ( en todas las ofis existe el bibliotecario/a de mails que
puede rescatar uno de 1987 que estabas buscando desesperada para demostrar tu
antigüedad en la empresa aunque no te sirva para nada.)

Mientras Cleto sigue disertando sobre si la senda del  Oso está sobrevalorada con
Natalie, mi otra compi de oficina, al tiempo que saca su Iphone y se pone darle órdenes
a la pobre asistente Siri que en lugar de senda del Oso entiende un señor canoso y entra
en un circulo vicioso por el que casi cortocircuita, yo estoy en google en modo mínimo
esfuerzo, es decir, buscar sobre un tema y hacerlo en imágenes para no tener que leer ni
el texto.

Veo la foto de un perro metido en una cama y tapado hasta las orejas con una expresión
de ande yo caliente riase la gente y pienso que debe de dormir profundamente, con una
paz infinita. Pero no siempre es así, los perros sueñan. Sol dormía plácidamente sobre
mis costillas el pasado sábado. Después de las pertinentes vueltas hasta encontrar el
acomodo perfecto se había decidido por una relajante postura patas arriba con la boca
 medio abierta, la cabeza colgando y los ojos en blanco tipo la niña del exorcista. Por mi
 parte intentaba amoldarme al mínimo espacio que me había dejado y me tapaba con
una esquina de la gruesa manta de chinchilla falsa como la monea que usamos para
 nuestras megasiestas findesemaneras.
Por fin cierro los ojos y me dispongo a dormir intentando pensar en un rayo de sol ho ho
ho, en lugar de los ronquidos del idem. Y entonces…empieza a ladrar, suavemente,
gruñe, aulla un ratito y abre los ojos con cara de he sido yo , donde estoy eh eh eh..todo
esto en lenguaje perruno te lo dice el rabo. Le miro y le encuentro tan adorable que le
 planto un sonoro beso en la cabeza que él saborea relamiéndose como si se tratara de
 una buena loncha chorizo ibérico que le pirra.
A estas alturas de la película su hermana Lupe Lupi Lupita ya ha detectado movimiento
( me rio yo de los sensores de las pelis de Misión Imposible )e inicia un arriesgado
 acercamiento desde el sofá de al lado tanteando sus posibilidades de pisar a mi marido
 en la barriga, la cara , la cabeza y el brazo y no pegarse tremendo porrazo al pasar la
 última pata. Cuando se siente segura se acopla en el micro espacio que hay entre sol  y
 yo aplastando a su pobre hermano que suspira con resignación. Inmediatamente me
 acerca su morro a mi cara en plan el hermano topo, es decir, a medio milimetro para
que todo mi campo de visión quede inundado por ELLA y me rechupetea para hacerme
 plenamente consciente de que ha llegado. Me tengo que reir, sus tácticas pueden ser
 cuestionables pero son infalibles.

Ooops, es mi teléfono??????? Cleto se ha callado y Natalie canturrea lo último de Pablo Alborán con sentimiento .
Pedazo solazo entra por mi ventana y olé

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares