Capítulo 44:Chances

Alex decidió descansar un rato, estaba bastante cerca del Pabellón y le asaltó la necesidad casi infantil de comprobar que tenía buen aspecto. No quería que Allure le viera hecho unos zorros así que con toda la parsimonia del mundo, como si todo lo importante estuviera concentrado en aquel momento se arrodilló frente al poco caudaloso arroyo y se lavó la cara. Se quitó la camisa para asearse. Bebió un poco del agua cristalina y se mojó el pelo dejando que las gotas se deslizaran por su mejilla , su cuello, su pecho, heladas pero vivificantes. Miró hacia el cielo estrellado, un entorno perfecto para encontrarse con Allure.

Porque aún en aquellas circunstancias inciertas, adversas, todo lo que llenaba la mente de Alex era Allure. Cada pequeño pensamiento insignificante sólo conducía a ella, cada segundo le recordaba que podía haberlo pasado a su lado, cada recuerdo le parecía sin importancia si no era un recuerdo con ella.
Se pasó el pulgar por la barbilla lentamente y se preguntó si toda su vida previa había existido simplemente para conducirle hasta aquí, hasta ella. Supo que sí.

 Un chasquido le puso alerta, sabía que no estaba solo pero lo que no imaginaba era verla a ella.

-Allure...-estaba perplejo y...encantado

 Ella sonrió juguetona- sabía que estabas cerca
Él enarcó una ceja animándola a hablar mientras recogía su camisa del suelo con intención de ponérsela. Ella hizo un gesto de interrogación.

-Tienes frio.....Alex?

Él se rió y arrojó la camisa de nuevo al suelo

-Ahora no....Allure

Ella carraspeó satisfecha de tener toda su atención

-Te decía que sabía que estabas cerca
-Ajá- sonrió de medio lado mientras la recorría descaradamente con la mirada y hacía un gesto de aprobación. Intentó ver por encima de su hombro.
-Pasa algo?
-Podrías darte la vuelta?...por favor

Allure giró despacio, no muy convencida hasta que notó las yemas de los dedos de Alex recorriendo su espalda sobre su vestido. Aún a través de la tela la sensación fue tan intensa que notó cómo se le erizaba cada vello de su cuerpo.
Hizo ademán de girarse pero las manos de él sobre su cintura se lo impidieron con suavidad. Subieron hasta cubrir sus ojos.

-Cierra los ojos....Sólo siente- le susurró y ella notó el calor de su aliento en su pelo

Comenzó a acariciarla deteniéndose en rincones olvidados,haciendo que cada hueso, que cada poro, que cada milimetro de ella contara, que fuera plenamente consciente de todo su cuerpo como nunca antes lo había sido. La hizo dueña de todo su ser, dejó que el aire que respiraba se colara en cada célula. Reconstruyó todo lo que otros antes habían dejado pasar. Prestó atención a cada reacción. La hizo sentirme única, deseada, el centro del universo para luego besarla y hacerle saber que en ella empezaba y acababa todo.

-Es cuestióin de oportunidades y tú eres la mia, mi oportunidad para ser y no voy a dejarla escapar.

Le hizo el amor como un artesano, mimando los detalles, dándole tiempo a su creación, esperándola, adorándola, dejando crecer el deseo para apaciguarlo con ternura y con pasión. Se construyeron el uno al otro. Era el comienzo.

To be continued...

Rosemunde Lovelace