Capítulo 13: Las estrellas no siempre caen del cielo

-Hay otra!
-Dónde la habéis encontrado?- Sir Eric estaba estudiando unos planos cuando el joven guardián entró como un remolino en la sala principal del Pabellón. Levantó la vista

 -En la costa, cerca de la Arena de entrenamientos
En ese momento Sir Thomas irrumpió en el Pabellón con una lady en brazos.
-Cómo está?
-Parece que sólo desvanecida- la dejó en una de las habitaciones del primer piso y  volvió a la sala principal
-Estás seguro de que es una lady de luz?
Sir Thomas se levantó la camiseta dejando al descubierto su musculoso torso tatuado y se señaló el corazón- Tengo la marca

Siempre que aparecía una lady de luz  en la piel del guardián que le estaba destinado aparecía una marca, una señal que llevaría de por vida tanto si la lady le elegía como si no.

Cuando lady Estrellita pequeña abrió los ojos se sobresaltó. Lo último que recordaba era la sed. No sabía cómo había logrado llegar allí desde los mares lejanos. En algún momento en que el cansancio la había vencido se había dejado mecer por la corriente poniéndose en manos de su destino.
Se incorporó sobre las mullidas almohadas y le vió. Sentado justo frente a su cama.

Había algo distinto en él, algo que pesaba en su interior. Tras una largas y espesas pestañas la miraba con....amor?
Tenía las fuertes manos entrelazadas, los codos apoyados en las rodillas.
Cuando vió que ella se despertaba se levantó despacio
-Tranquila mi lady, estás a salvo
Su voz profunda la llenó por completo y sintió un ligero pinchazo sobre el corazón.
-Soy Sir Thomas de Jatte, os traeré un poco de agua y algo de comer
Dejó la habitación con su imponente presencia.
Lady Estrellita pequeña se examinó la piel, justo encima del corazón tenía una pequeña marca azulada. No se la había visto nunca antes.

 Oyó unas risas provenientes de la planta baja

To be continued

Rosemunde Lovelace