capitulo 34:El supremo arte de la guerra

Sir Thomas se volvió, tenía que pensar rápido, tomar decisiones. Algunos guardianes ya se habían congregado frente al ventanal de la sala principal con preocupación y esperaban instrucciones.

 -Estela, a tu habitación
-Ni hablar
-Estela, no tengo tiempo para esto
-No, pienso quedarme fuera y puedo ser útil
Sir Thomas apretó los dientes pero en el fondo se sintió satisfecho, le gustaban las personas que encaraban las dificultades, no se estaba equivocando con Estela. Reprimió el deseo de besarla y decirselo allí mismo, ahora había asuntos urgentes que atender pero en cuanto todo volviera a su cauce se emplearía a fondo.

La ornada puerta de madera maciza que custodiaba la entrada del pabellón desde los primeros tiempos se abrió con estruendo y sir Clive de Owen entró como un vendaval seguido de Lady Star y Lady Allure perfectamente pertrechadas .

 Desde lo alto de la escalera Estela sonrió y bajó para unirse a las ladys.
 Star se acercó y le apretó el brazo con cariño
-Estás bien querida? has llegado en un momento....llamemoslo...interesante
-Muuuuuuy interesante- remarcó una Allure encantada de salir de la monotonía y demostrar sus recién adquiridas habilidades en el tiro con arco
- No podría estar mejor- contestó Estela con aire decidico
Sir Clive se inclinó para ver mejor
-Son 10, 12 quizás. Parece que Orzuk ha decidido ir a por todas. No hay problema
Los Guardianes se posicionaron en torno a la mesa
- Instrucciones Sir Clive?
-Esperar
-Esperar? pero Sir Clive si alcanzan la costa y no estamos defendiéndola llegarán pronto a nuestros puntos estratégicos-exclamó un perplejo Guardián, uno de los más jóvenes
Sir Clive se volvió despacio
-Parece que estáis necesitados de ejercicio....Sin embargo...reservad todo ese impetu por el momento
-Sir Clive.....lo encontráis ¿prudente?-le susurró Sir Thomas
-Conoce a tu enemigo, conocéte a tí mismo y saldrás triunfador de mil batallas. Sabemos cuáles son nuestros puntos fuertes y sabemos cómo piensa Orzuk, con eso será suficiente
-Pero....

 Star sonrió levemente, casi ocultando la satisfacción que le producía la determinación de Sir Clive. Formaban un buen equipo.
Sir Gerard entró detrás de la Reina a la que acompañaba ....seguía sus pasos deleitándose en sus movimientos. Sir Thomas le dió un pequeño golpe en el hombro y le dedicó un gesto pícaro. Necesitaban concentrarse....
Ella había vuelto...eso era suficiente

To be continued...

Rosemunde Lovelace